Exposición no. 6.- Front row. Exposición individual de Víctor Mora, pintura. Del viernes 27 de noviembre al martes 5 de enero de 2016.
Con un carácter semi-abstracto, las obras que Víctor Mora nos presenta en Front row, descubren sus objetivos estéticos y nos revelan su clara fascinación por dos temas aparentemente opuestos: la ciudad actual y la moda de los años 40.
Desplegando una franca y fuerte narrativa visual nos presenta, por un lado, una ciudad que crece rápidamente, en la que con prontitud van aumentando puentes, distribuidores y segundos pisos y, por otro lado, un momento particular en la historia de la moda, la década de los 40’s, que juntos nos llevan al mismo cuestionamiento: la modernización.
A partir de 1939, la segunda guerra mundial causó un tremendo impacto en la vida diaria y por tanto influyó en los cambios que sufrió el vestido. Los mejores materiales eran destinados a la industria bélica, los gobiernos confiscaron todas las reservas de fibras naturales y eso forzó a los fabricantes a desarrollar fibras sintéticas, es decir, a modernizarse.
Quizá no es casualidad entonces, que el leit motif que pareciera saltar de obra en obra, haga alusión al automóvil de mayor tecnología en Alemania durante la guerra, que fuera Alemania quien dictara la moda de ese periodo y que a su vez, aquel moderno escarabajo de la VW fuera el auto más vendido durante casi tres décadas en nuestra ahora moderna ciudad de México.
Hay que recordar también, que durante la década de los 40, el gobierno alemán se apropió y controló la Haute couture en Francia. ¿Acaso por eso el artista nos devela casi como una obsesión, una deconstrucción de las prendas, descubriendo sus patrones de confección para volver a construirlos con una delicadeza tal como si se tratara de alta costura francesa?
En las obras también emergen variadas y breves anotaciones que parecen buscar una conversación constante con el espectador, que combinadas con los llamativos figurines y las sinuosas calles, dan la sensación de estar al mismo tiempo dentro y fuera, dejando a la vista una expectativa subyacente: la de mirar la exhibición como si estuviéramos en la primera fila de una larga pasarela urbana, que, al plantearse de un modo tan convincente, se convierte en un homenaje de lo que fue y es, la modernización de una ciudad.